Una vida de tropiezos
Una vida de tropiezos
La infancia de Moisés Delgado
Mi nombre es Moisés Delgado, nací en una tierra a la que muchos conocen como islas afortunadas debido a su buen clima durante todo el año, playas paradisiacas y por ser 8 continentes en miniatura, las denominadas Islas Canarias. Más concretamente, nací en un barrio humilde y un poco conflictivo de Las Palmas de Gran Canaria, en el seno de una familia trabajadora y con pocos recursos.
Afortunado fui, pero no precisamente por haber nacido en esa tierra tan maravillosa y espectacular, realmente fui afortunado de tener unos padres que se preocupaban por mí en todo momento y que me brindaron una infancia feliz dentro de sus posibilidades.
A los 5 años me apuntaron en una escuela de artes marciales para que aprendiera a defenderme solo. Además de hacer deporte y de aprender a defenderme, aprendí a respetar a las personas y a ser disciplinado en todo lo que hago con una autoexigencia muy alta y sobretodo inculcaron en mí el hábito deportivo tan importante en la vida para mantenernos activos.
Desgraciadamente nunca pude tener amigos de la infancia, de esos que haces en el colegio y se quedan contigo toda la vida, no por nada, sino porque nunca tuve una estabilidad en los centros educativos, ya que durante toda mi etapa educativa mis padres me cambiaban de centro según sus necesidades, pasé por tres colegios diferentes, dos institutos y una facultad.
No le recrimino nada a mis padres, ellos hicieron lo mejor que creían conveniente para mí y de eso me llevo una gran lección... "tener capacidad de adaptación a los cambios". A pesar de todo, tengo que estar agradecido porque en esta vida los cambios se producen a una velocidad de infarto y hay que saber adaptarse con facilidad a lo que nos pasa sin ningún tipo de apego.
Moisés Delgado en su juventud
A los 12 años de edad, mis padres decidieron apuntarme en los Scouts para que tuviese alguna actividad extra los fines de semana, una organización mundial sin ánimo de lucro con fines educativos en el tiempo libre a la cual le debo muchísimo.
Allí aprendí a trabajar en equipo, a respetar y cuidar el medio ambiente, a ser leal y comprometido con lo que hago y digo, a luchar por lo que quiero, a ser resolutivo, autocrítico y sobretodo aprendí a buscarme la vida por mí mismo, a creer en unos valores que hoy día llevo por bandera y a dejar el mundo en mejores condiciones de lo que lo encontré.
Conocí a personas muy especiales en mi vida, a mis verdaderos amigos, a la que hoy en día es mi compañera de viaje y ha sido mi socia desde hace muchísimos años. Me formaron y me educaron durante toda mi etapa educativa y posteriormente tuve la oportunidad de hacer lo propio con los jóvenes que venían después de mí.
Podría decir que gran culpa de que hoy en día sea quien soy se lo debo a este movimiento tan impresionante.
Mi camino en el emprendimiento comenzó prácticamente por casualidad, a penas tenía 17 años, finalizaba mi etapa educativa en el instituto e iniciaba una nueva en la universidad en una carrera bastante costosa.
Por aquél entonces mi familia se acababa de desestructurar y no podían costearme la universidad, por lo que comencé a hacer animaciones infantiles y espectáculos de clown los fines de semana aprovechando mis buenas habilidades malabarísticas, con la única finalidad de cubrir mis gastos universitarios.
Pero lo que empezó como una simple forma de generar algo de ingresos para costear mis estudios, poco a poco fue creciendo y se fue convirtiendo en mi futuro y forma de vida sin yo saberlo ni haberme percatado de ello.
La educación financiera de Moisés Delgado
En casa la situación era cada vez más que insostenible, por lo que bajo recomendaciones familiares tuve que abandonar la universidad para buscar ese ansiado empleo que me iba a salvar la vida.
Tras varios años en la búsqueda sin éxito, encontré un «empleo», sí entre comillas, porque era de autónomo sin salario base, básicamente cobraba a comisiones, pero la empresa merecía el esfuerzo, se trataba de la compañía financiera número uno a nivel mundial.
Allí aprendí gran parte de las actitudes que tengo hoy en día, me volví adicto a la lectura empresarial, devoraba libros de la materia y lo ponía en practica, la historia había cambiado completamente, pero… llegó 2007 y con él una crisis financiera bastante dura que hasta dicha empresa se tambaleó y cerró todas las oficinas en Canarias.
Momentos difíciles
De nuevo estaba sin trabajo, por lo que volví a tomar el consejo familiar por excelencia «buscar empleo». Después de varios años buscando diariamente de forma activa un empleo sin obtener resultados, decidí tomar las riendas y apostarlo todo por mi proyecto.
En aquella época, vivía sólo en casa y prácticamente no tenía para comer, había muchos días que me mantenía con una lata de atún y un pan o un plato de macarrones en el mejor de los casos, no tenía ni para costearme los gastos de suministros básicos como el agua o la luz, dormía en una esterilla en el suelo, cocinaba en una cocinilla de gas y me duchaba cuando se podía.
Esa situación fue difícil de digerir, ya que vivía en mi casa con unas condiciones muy precarias, pero nunca perdí de vista el objetivo que era emprender pasara lo que pasara.
Conseguía trabajos temporales de una semana o un fin de semana para ganar algo de dinero y aunque no daba para mucho, me permitía seguir avanzando poco a poco.
Todo el material para el proyecto lo apilaba en cajas en mi cuarto, hasta que ya no cabía más nada y tuve que arrendar un almacén compartido de 2 x 1 metro para guardarlo.
Estuve en el Hospital Materno Infantil trabajando durante una temporada como payaso de hospital, haciendo la estancia de los niños más agradable.
Era un trabajo muy agradecido, ya que la felicidad de los niños en esas circunstancias y el agradecimiento de sus familias no tiene precio, pero también tenía un desgaste físico y psicológico importante, ya que no desconectabas del personaje ni en los pasillos, ni en el ascensor, todo el tiempo el payaso estaba actuando y eso desgasta mucha energía, además vivía situaciones complicadas con los peques y sus familias, sobretodo en cardiología y oncología, pero a pesar de todo, fue una experiencia inolvidable de la que me llevo muy buenos momentos.
Emprendimientos
Preparé con mi socia un proyecto para buscar financiación, luego acosamos literalmente a los bancos en busca de que alguno cediera a financiarnos, visitábamos todos los días las oficinas esperando que algún día alguno nos diera el Sí que tanto anhelábamos, pero eso nunca ocurrió, la respuesta era siempre la misma… «el proyecto es muy bueno, pero son demasiado jóvenes y no tienen avalista».
Finalmente conseguimos capital privado de un inversionista que supo ver nuestra capacidad para llevar un proyecto de este calibre pese a nuestra juventud.
Por fin, tras mucho batallar pudimos aperturar en 2011 un centro con un modelo innovador para la conciliación familiar, pero el comienzo no fue fácil, se trataba de algo novedoso para los niños nunca antes visto en Canarias y además administrado por un hombre.
Sí, aunque suene algo arcaico, en pleno siglo XXI no es bien visto que un hombre trabaje con niños menores, pero gracias a que la otra parte administradora es femenina y a educar a las familias poco a poco fueron tomando consciencia y lo fueron aceptando.
Anteriormente a la apertura del centro, había intentando emprender otros negocios online, pero sin mucho éxito, ya que por aquél entonces muchas personas aún no se fiaban de internet para realizar compras, por lo que acabé decantándome por el modelo tradicional.
Al principio era difícil llegar a pagar todos los gastos que tenía, por lo que buscando en internet una solución me encontré con el trading, cosa que me llamó mucho la atención.
Empecé a investigar y a aprender sobre ello, me creé una cuenta demo y comencé a practicar e incluso me atreví a meter dinero y probar directamente en real, parecía todo muy fácil, pero sinceramente sin conocimientos previos era complicado tener resultados estables, por lo que perdí mucho dinero.
Con el tiempo aprendí el lenguaje de programación MQL4, que se utiliza para la creación de los indicadores técnicos que se emplean en el manejo de la plataforma de trading que usaba.
Gracias a esto pude crear varios indicadores que me permitieran realizar un buen análisis y tomar operaciones con éxito.
El centro había tenido un rotundo éxito y crecía fantásticamente, mientras por otro lado generaba ingresos extras con el mercado de valores, todo parecía mágico... después de tanta lucha había logrado lo que tanto buscaba... me casé con mi socia y al llegar de la luna de miel... ocurrió un giro inesperado.
17 días después de haber aterrizado en nuestra maravillosa isla, el Gobierno decreta el cierre de centros indefinidamente y tres días más tarde el confinamiento por el COVID.
Inversiones
La cosa se ponía muy fea y había que tomar una decisión rápida y coherente, ya que si seguía con el centro debía hacer frente a numerosos gastos mensuales sin obtener ingresos por dicha actividad hasta que el Gobierno indicase la apertura de centros, lo cual no parecía que fuese pronto.
La otra opción era cerrar permanentemente hasta que se recuperase la situación y volver a abrir en otro local, pero mientras había que buscar una solución para obtener ingresos mensuales.
Debido a la incertidumbre que tenía con el centro, sin saber cuando exactamente podría volver a la actividad normal, decidí cerrarlo hasta que todo se normalizase un poco y retomar los negocios online.
De ahí surge la agencia de marketing especializada en posicionamiento web para ayudar a emprendedores a impulsar sus negocios, conforme tuve que hacer en su día con el mío.
Así mismo, me di cuenta que tenía entre mis manos un gran potencial, ya que muchas personas necesitaban generar ingresos y no sabían cómo, además de que ese ingreso tenía que venir de internet porque tampoco podían hacer mucho debido a la pandemia mundial que vivimos, por lo que aperturé la Escuela de trading MDG, en la que enseño mi método para generar beneficios en los mercados financieros.
En esta pandemia creé más negocios de éxito y he ayudado a más personas a alcanzar su independencia financiera que en toda mi trayectoria. En épocas de incertidumbre es cuando más se agudiza el ingenio y salen a relucir grandes emprendimientos.
Proyectos
Entidad de animación infantil y decoración con globos especializada en bodas.
Escuela de trading basado en divergencias producidas en el mercado.
¿Te gustaría que te ayudase a invertir tu dinero?
Como te habrás dado cuenta, mi vida no ha sido un camino de rosas, pero con constancia, disciplina y perseverancia he conseguido alcanzar mis sueños a base de luchar, y lo mejor de todo es que puedo darles un futuro digno a mi familia, como ellos se merecen.